Por Ricardo Kropff
Quisiera compartir mi experiencia de la colecta.
Estuve como responsable en el Súper Stock de F. Bogado, con Ricardo Duarte
y Norma Lezcano.
- Uno que me dio pirí: hacia el final de la colecta se me acerca un chico
como de dieciséis, de los que están en las cajas del Súper y llevan las
compras a los autos de los clientes. Con una sonrisa difícil de olvidar me
pasa una bolsita y me dice “es poco pero en algo colaboro” . Había
comprado fideos a granel y los donaba. Me di cuenta que como el Ser es
caridad, el mitaí estaba contento de compartir: la colecta le educó.
- “qué pico me hicieron chamigo? Porqué pio así?”. Las palabras textuales
de un señor que se acercó en aparente reclamo. Ricardo Duarte y yo nos
miramos y no entendíamos. El señor llegaba del lado de la calle con dos
bolsas de sus compras. “ Porqué no se fueron en Luisito donde yo me fui a
colaborar, me hicieron caminar desde allá” . Las dos bolsas eran para
nosotros: el señor había caminado más de 500 metros con su carga para
colaborar. Le explicamos que ese Súper no participaba, le agradecimos y
nos felicitó. Pienso que un hombre que hace esto busca algo, Algo. Busca a
Aquel que camina con nosotros: desvelarLe es, a mi parecer, el sentido
ultimo de la colecta.
- Se me aproxima un tipo de unos 40 años, pinta de losperroeté. Traía su
bolsita de colaboración y en la otra mano tres cervecitas para la noche...
Nos felicita, “esto es lo que le hace falta a nuestro país, sigan
adelante” y se despide con la lapidaria “ Dios les bendiga”. La frase
extremadamente común me quedó rebotando en la cabeza hasta que comprendí
que la bendición, el don grande, había sido el estar allí con mis amigos
haciendo lo que pude por la colecta: aquella persona me dio el juicio de
valor del día y de todo el gesto.
Disculpen si envío esto a todos, pero quería compartirlo con todos.
Gracias.
PD: en ningún otro día de mi vida, he pronunciado la palabra gracias
tantas veces como ese sábado.
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